Las semanas de la moda concluyen con una temporada tranquila, centrada en la estética personal y en un enfoque más emocional hacia el vestuario cotidiano.
Las semanas de la moda para el otoño/invierno 2025-2026 concluyeron a principios de este mes en varias capitales del mundo de la moda, revelando una temporada relativamente tranquila que parece estar preparándose para ideas más grandes y audaces en el ámbito del diseño. Durante una reciente conferencia web titulada “Runway to Retail: Fall/Winter 2025”, Kendall Becker, directora de moda y belleza de Trendalytics, analizó los temas, colores, materiales y detalles más significativos que se vieron en las pasarelas.
Becker destacó que las semanas de moda de otoño/invierno 25-26 no produjeron los típicos momentos virales o espectáculos espectaculares a los que la industria está acostumbrada. En lugar de centrarse en estrenos emocionantes, la conversación se ha dirigido hacia las salidas de directores creativos de casas de moda. La verdadera novedad se reflejó en los colores, materiales y texturas, así como en una mezcla de estéticas que han ido creciendo en la moda femenina en las últimas temporadas.
En cuanto a los temas, se observó que el estilismo está tomando un papel más importante y personal en la moda de esta temporada. Becker comentó que, después de la pandemia, los diseñadores comenzaron con modas llamativas y brillantes, y con el tiempo han adoptado básicos elevados para crear “guardarropas portables”. En esta nueva etapa, la moda busca incorporar un elemento emocional al vestuario cotidiano. “Creo que hemos oscilado agradablemente hacia el medio”, dijo Becker.
Este enfoque se evidenció en la forma en que los diseñadores combinaron diferentes materiales, mezclaron estampados y emparejaron colores contrastantes. Becker también notó influencias de la era de la Depresión en el mercado europeo, lo que podría interpretarse como una referencia a los tiempos oscuros actuales. “Por un lado, hay vestidos de corte shift y detalles de cuentas que evocan el estilo de los flappers… por otro, las telas de lana rugosas y tweed con una paleta de colores sobria de grises y marrones oscuros aportan un nivel de seriedad”, añadió. A pesar de esto, los accesorios vintage como broches coloridos, calcetines vibrantes y “sombreros traviesos” brindaron toques de diversión y romanticismo a dicho tema.
En otro contexto, la combinación de grunge y bohemio parece dar paso a una era “hechicera”. “Mucha gente está siendo expuesta a diferentes formas de sanación y religiones… hay una gran apertura mental en este momento”, mencionó Becker como factores externos tras esta tendencia. Este fenómeno se traduce en muchas prendas de cuero y chiffon, donde el cuero negro y otros tonos oscuros como el púrpura y el azul marino aportan un elemento místico a la moda.
En el ámbito de los colores, la Semana de la Moda de Nueva York presentó tonalidades más brillantes de lo habitual. Becker mencionó que aunque los diseñadores se desviaron en varios tonos de azul verdoso, amarillo, rojo y púrpura, los tonos destacados fueron el rosa bebé y el azul bebé. Estos matices pastel proporcionaron una alternativa a los azules helados y los rosados brillantes que han estado de moda en temporadas anteriores. Becker indicó que los tonos más apagados y grises también desempeñan su papel como “casi neutros”.
El rojo burdeos y el carmesí en tonos naranjas están reemplazando al rojo cereza, que Becker afirmó está comenzando a sentirse cansado y sobreutilizado. Otros colores clave incluyen el azul marino, el olivo, y las combinaciones de marrón castaño, que encajan bien con el azul verdoso y los tonos pastel.
En cuanto a los tejidos, Becker destacó que el tweed fue un material predominante en la pasarela, ofreciendo una “gran oportunidad” para que los diseñadores construyan sobre esta tendencia. La encaje sigue siendo relevante, pero ahora más asociado a tonos oscuros para crear un ambiente más fresco y con carácter, alineado con la estética hechicera.
Las impresiones también han visto un auge en estampados de animales alternativos y distorsionados, y los cuadros estuvieron presentes tanto en Nueva York como en París, resonando con los temas más robustos de la temporada.
En términos de detalles, el traje de falda se destacó como una prenda imprescindible. Becker mencionó que este conjunto se dirige hacia una dirección menos sexy y más conservadora para la temporada. Las chaquetas eran más recatadas y las faldas lápiz aportaban un aire de los años 80 a las siluetas. Adicionalmente, el uso de piel se destacó en diseños innovadores, incluyendo charms para bolsos, cuellos y dobladillos de faldas.
Por último, en accesorios, las bufandas statement están ganando popularidad, con un aumento del 18% en la búsqueda de bufandas de piel sintética en comparación con el año anterior. Cinturones llamativos también se destacaron como parte crucial del resurgimiento bohemio, junto con pantys y medias de colores, bolsos con forma A y botas de trabajo.
Con estas tendencias y detalles, el cierre de las semanas de la moda sugiere que la industria está en un proceso de evolución que podría dar lugar a conceptos más audaces en la próxima temporada.
Source: Noah Wire Services