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La periodista y diseñadora de moda Ioana Dumitrache propone un enfoque estructurado para las compras de ropa, centrado en el costo por uso y la calidad emocional de las prendas.

En los últimos años, la periodista y diseñadora de moda Ioana Dumitrache ha cambiado su enfoque hacia la moda, desarrollando una perspectiva más consciente y estructurada al tomar decisiones sobre su guardarropa. A través de este nuevo marco, ahora evalúa cada artículo antes de realizar una compra, preguntándose aspectos clave como la frecuencia de uso, la comodidad, la adecuación a su estilo personal y la forma en que realza su figura. Este enfoque culmina con la cuestión más importante: “¿Me proporciona esa sensación de WOW cuando lo llevo puesto?”

Este método, denominado costo por uso (CPW por sus siglas en inglés), se presenta como una forma efectiva de replantear la manera en que se realizan las compras. Aunque puede parecer técnico, Dumitrache lo describe como un método simple que ayuda a economizar dinero, tiempo y estrés. El costo por uso se calcula dividiendo el precio total de un artículo entre el número de veces que se espera usarlo. Así, por ejemplo, si un vestido cuesta 500 lei y se utiliza 100 veces en cinco años, el costo real por uso es de 5 lei. En contraste, un vestido en oferta por 200 lei que solo se usa 10 veces puede terminar costando 20 lei por uso.

A través de un estudio de caso, Dumitrache compara dos tipos de vestidos: uno de su propia marca, IDU FASHION, y un vestido de moda rápida. El primero, con un precio de 500 lei y una proyección de uso semanal durante cinco años, alcanza un costo por uso de aproximadamente 3.85 lei, mientras que el vestido de moda rápida, que se estima se usará 24 veces durante seis meses, resulta en un costo de 8.33 lei por uso. Las cifras sugieren que, a largo plazo, el vestido de IDU FASHION es más rentable. Dumitrache enfatiza que esta lógica también puede aplicarse a otras prendas de alta calidad que favorezcan al usuario.

Además del aspecto financiero, Dumitrache destaca la importancia de la experiencia emocional asociada a las prendas. “Sé con certeza que cuando llevo una pieza de IDU FASHION, no tengo que ajustarla constantemente ni preocuparme por si resalta áreas que no quiero mostrar”, indica. Explica que a menudo la ropa de moda rápida, aunque inicialmente pueda parecer adecuada, pronto presenta deficiencias en términos de comodidad y durabilidad, lo que puede llevar a que las prendas se queden olvidadas en el armario.

Otro punto crucial que menciona es la responsabilidad asociada a la elección de ropa bien confeccionada. Dumitrache argumenta que la moda rápida fomenta el consumismo al hacer que los individuos sientan que necesitan abarrotar su armario, cuando en realidad suelen utilizar solo el 20% de sus prendas con regularidad. Apuesta por seleccionar ropa que reduzca la sobreabundancia y el estrés a la hora de vestirse.

Desde el impacto medioambiental hasta la consideración por el trabajo artesanal, Dumitrache expone que la compra consciente es beneficiosa no solo para el consumidor, sino también para el planeta y los trabajadores de la industria de la moda. Aporta a la discusión información acerca de las prácticas de cultivo de algodón orgánico que han resultado en la deforestación de zonas de la Amazonía y en la evacuación forzada de comunidades indígenas.

En su conclusión, sugiere que invertir en prendas que se ajusten perfectamente a uno, que sean cómodas y que inspiren confianza es fundamental para reducir la cantidad de ropa en el armario. Asegura que no es necesario tener una gran cantidad de opciones, sino las mejores piezas que se adapten a la vida del propietario. Pregunta a sus seguidores cuáles son las prendas que han sido más utilizadas en sus armarios, mostrando un interés por construir una conversación en torno a estas prácticas de moda consciente.

Source: Noah Wire Services