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La película de 1985 se convirtió en un referente cultural y marcó un antes y un después en la carrera de Madonna, fusionando moda y transformación personal.

En el año 1985, el mundo del cine fue testigo del lanzamiento de “Desperately Seeking Susan”, una comedia dramática que se ha convertido en un referente de la cultura pop. La película está centrada en Roberta, interpretada por Rosanna Arquette, una ama de casa aburrida que se obsesiona con Susan, un enigmático ícono punk de Nueva York, papel que fue asumido por Madonna en uno de sus primeros roles significativos.

La filmación tuvo lugar durante el verano y principios del otoño de 1984, cuando Madonna era una estrella en ascenso, conocida principalmente por sus sencillos “Borderline”, “Holiday” y “Lucky Star”. En una charla a través de Zoom con CNN, la directora Susan Seidelman recordó cómo los ejecutivos del estudio estaban inicialmente indecisos sobre la elección de Madonna para el papel. Sin embargo, durante el rodaje, la carrera de la artista dio un giro inesperado con el lanzamiento de su segundo álbum, “Like a Virgin”, lo que llevó a que “Desperately Seeking Susan” se percibiera principalmente como “la película de Madonna”, en lugar de una producción menor.

El revuelo alrededor de Madonna motivó a los ejecutivos a acelerar el estreno del filme, una decisión que, según se creía en ese momento, era un intento de capitalizar un fenómeno efímero. Lejos de ser efímero, Madonna se establecería como una figura clave en la cultura pop a lo largo de las siguientes cuatro décadas, acercándose a la creación de 18 álbumes multi-platino.

El diseñador de vestuario y producción Santo Loquasto, encargado de la estética de la película, extrajo prendas e inspiración de diversas épocas, incluso del vestuario de su madre. Un ejemplo notable es el corsé negro que utilizó Madonna, que estaba compuesto en realidad por dos piezas. “(Madonna) se lo puso, miró su busto y dijo: ‘tu madre es una gran dama’”, comentó Loquasto a CNN, recordando el momento con humor. Este vestuario contribuiría a establecer un estilo vanguardista que se asociaría para siempre con la carrera de Madonna.

Loquasto explicó que su enfoque para crear los looks de Susan estaba guiado por el sentido de la moda de Madonna, lo que dio lugar a una fusión “orgánica” y “armoniosa”. En sus palabras, “voy a explotar tu sensibilidad porque todos estamos fascinados por ella y tú te sientes cómoda con ello”.

En cuanto a un elemento de vestuario que fue escrito en el guion por Leora Barish, se destacó una chaqueta de esmoquin verde oliva de los años 50, que se convirtió en un elemento clave del personaje de Susan. Aunque a Madonna no le gustaba particularmente la chaqueta, su importancia en la narrativa creció, ya que fue el catalizador que provocó que Roberta asumiera la identidad de Susan tras un incidente en el que es confundida debido a la prenda.

En el transcurso de la película, Roberta hace su propia transformación, comenzando como una mujer con un estilo más conservador y un atuendo menos favorecedor, pero al poner la chaqueta icónica, empieza a experimentar un cambio en su vida. Este mecanismo de transformación es uno de los temas centrales del filme, el cual Seidelman describe como un símbolo de empoderamiento personal.

En última instancia, “Desperately Seeking Susan” no solo marcó un hito en la carrera de Madonna, sino que también ofrece un vistazo a cómo un cambio de imagen puede ir más allá de la superficie, reflejando el viaje hacia la reinvención personal. La influencia de Madonna y su estilo de los años 80 persisten y continúan siendo un referente para numerosas estrellas pop que la siguieron.

Source: Noah Wire Services