Las búsquedas de vestidos en color amarillo mantequilla han aumentado considerablemente, impulsadas por el icónico vestido de Kate Moss en la Gala del Met de 1995.
Las búsquedas de vestidos en color amarillo mantequilla están aumentando de manera significativa en Google, impulsadas en gran parte por el icónico vestido que Kate Moss lució en la Gala del Met de 1995. Esta tendencia ha estado en ascenso desde la pasada primavera, pero los últimos datos de Google indican que las búsquedas han alcanzado un máximo histórico, más que duplicándose en el último mes. Además, en Pinterest, se ha registrado un aumento del 40% en el interés por este tono.
El amarillo mantequilla es un color cálido, acogedor y sutilmente lujoso que combina tonos pastel con una luminosidad brillante. Esta paleta de color se alinea con el optimismo de la primavera y resulta más fácil de llevar que otros tonos amarillos más intensos, como el mostaza o el chartreuse. Este tono parece capturar un aire de frescura, reflejando a su vez los sentimientos de la época actual.
Los diseñadores han adoptado este color en sus desfiles. Durante las presentaciones de Primavera/Verano 2025, el amarillo mantequilla fue protagonista en diversas colecciones, desde los vestidos fluidos y románticos de Valentino, Chloé y Zimmermann, hasta el minimalismo estructurado de Toteme y Tod’s. El diseñador Jacquemus, conocido por su amor hacia este tono, lo integró en siluetas aireadas y oversize, encapsulando la esencia de días soleados y despreocupados que caracterizan a su marca.
El color amarillo mantequilla también responde a un deseo cultural por la comodidad y la simplicidad, proporcionando un matiz que resulta accesible y aspiracional. En un mundo cada vez más caótico, este color ofrece una sensación de calma y calidez. Aunque puede parecer un tono delicado, es fácil de incorporar en el vestuario diario. Para quienes se sientan un poco dudosos, se recomienda comenzar con accesorios, como un bolso o zapatos en este color, que pueden dar un toque vibrante a un conjunto neutro. También se puede combinar con otros pasteles, como el pistacho, el azul empolvado o la lavanda. Para un estilo más propio de Kate Moss, es posible mezclar el amarillo mantequilla con tonos oscuros, como el gris carbón o el negro, lo que añadirá dimensión y contraste, permitiendo que el amarillo brille sin resultar excesivamente dulce.
El vestido de seda que Moss llevó en la Gala del Met de 1995, junto con sandalias negras y un maquillaje de ojos ahumados, aunque simple en concepto, reflejaba su energía desafiante frente a las tendencias predominantes de la época. En los años 90, el panorama de la moda estaba dominado por looks audaces y gráficos, y muchas supermodelos se inclinaban hacia una estética más estructurada y dramática. Sin embargo, el estilo de Kate Moss representaba lo opuesto a esa tendencia. Su elección de vestuario en ese evento fue un soplo de aire fresco, algo que parece resonar nuevamente en la actualidad.
Moss también volvió a optar por el mismo tono soleado en 2003 durante una fiesta de Another Magazine, donde lució un vestido digno de museo de los años 20, el cual admite haber perdido en el tiempo y que posteriormente fue replicado en su famosa colección para Topshop.
Source: Noah Wire Services