El festival de Coachella ha visto un auge en la moda de segunda mano gracias a la marca Magnolia Pearl, que se ha convertido en el uniforme no oficial de las celebridades en busca de autenticidad y sostenibilidad.
En medio del caos iluminado por neón y el calor desértico del Festival de Coachella, ha surgido un auge en la moda que ha ido tomando forma a lo largo de los años. Este fenómeno es el resultado de prendas de segunda mano, cosidas a mano y llevadas por estrellas que buscan autenticidad en un evento donde la visibilidad es predominante. La marca Magnolia Pearl, originaria de Texas y fundada por Robin Brown, se ha convertido en el uniforme no oficial de celebridades que optan por una expresión más genuina en el festival.
Las prendas de Magnolia Pearl son descritas como crudas, poéticas y arraigadas en una historia de supervivencia. Celebridades como Taylor Swift, Emma Roberts y Blake Lively han sido vistas luciendo estas creaciones, que fusionan la ética bohemia del festival con una narrativa más profunda de resiliencia y sostenibilidad.
La relación de Magnolia Pearl con Coachella trasciende los patrocinios frontales o los momentos escenificados de influenciadores; se caracteriza por un enfoque más orgánico. En 2024, Emma Roberts y BryceVine fueron algunos de los rostros conocidos que se publicaron en las redes sociales vistiendo prendas de Magnolia Pearl mientras navegaban por los numerosos escenarios y obras de arte del festival. Emma Roberts, por ejemplo, compartió una imagen en la que llevaba zapatillas de la marca, lo que impulsó un aumento en los intereses por “atuendos deteriorados de Coachella” que duró meses. BryceVine, un destacado artista de pop y hip hop, mostró un atuendo completo de Magnolia Pearl, consistente en una camisa de franela y mezclilla de patchwork, en las cuentas de Instagram tanto suya como de su novia.
Magnolia Pearl se especializa en diseños que son únicos, con un enfoque en la distinción y la artesanía, y que a menudo incluyen tejidos reciclados. Esta filosofía de sostenibilidad también encaja con la tendencia del festival hacia iniciativas más ecológicas, como el uso de vasos reutilizables y escenarios con energía solar. Las prendas de Magnolia Pearl están diseñadas para perdurar más allá de una simple temporada, adoptando un enfoque de durabilidad.
En cuanto al ciclo de vida de las prendas, no es raro observar que una pieza que originalmente se vendió por 400 dólares en el sitio web de Magnolia Pearl se venda por más del triple de su precio inicial en Magnolia Pearl Trade, la plataforma de reventa de la marca. Este fenómeno confirma lo que los coleccionistas han sabido desde hace tiempo: estas piezas son más que ropa, son herencias de un valor duradero.
Lanzada en 2023, Magnolia Pearl Trade permite a los aficionados intercambiar artículos pre-amados y autenticados, destinando el 25% de cada venta alojada por la marca y el 100% de las tarifas de terceros a la Magnolia Pearl Peace Warrior Foundation. Hasta la fecha, se han recaudado más de 550,000 dólares, que han sido utilizados para ofrecer vivienda a veteranos indígenas, conservar caballos salvajes y financiar programas artísticos para jóvenes en Brooklyn.
Mientras la moda rápida pierde valor, las prendas de Magnolia Pearl tienen una tendencia a apreciarse. Una estadística citada por la revista Marie Claire destaca que un gran porcentaje de los artículos revendidos de la marca aumentan su valor dentro de un plazo de dos años, desafiando las curvas de depreciación de la moda de lujo tradicional.
La filantropía está incrustada en cada transacción realizada a través de Magnolia Pearl Trade. Cada venta genera una donación benéfica, haciendo que una prenda revendida por $1,200 pueda convertirse en una semana de comidas para veteranos sin hogar y sus mascotas. Asimismo, un abrigo subastado por $3,000 podría apoyar labores de auxilio tras desastres en áreas afectadas como Los Ángeles.
Robin Brown, quien ha superado experiencias de abuso infantil y falta de hogar, es conocida por una de sus citas más significativas: “el amor es el único camino, lo prometo”, una declaración que resuena en todos los aspectos de la marca.
Mientras los influenciadores de Coachella buscan la próxima tendencia, los seguidores de Magnolia Pearl adoptan una postura más reflexiva; reparan, revenden y recuerdan. En un mundo donde la glamour desechable abunda, el mayor acto de rebeldía de la marca no son sus costuras, sino su esencia.
Source: Noah Wire Services